2 de 3 tres negocios locales cierran antes de cumplir los dos años
Esta mañana me levantaba con la noticia en el periódico de que dos de cada tres pequeños negocios cierran antes de cumplir los dos años de apertura.
Aunque nos despiertan noticias como la publicada en el diario Expansion.com sobre los problemas de una gran empresa como Abengoa, lo cierto es que a diario cierran negocios pequeños en todas las ciudades españolas.
Algo realmente cierto y preocupante a la vez que demuestra que abrir un negocio no es tarea fácil.
Los datos son claros, y más de uno ya lo intuíamos al ver abrir tiendas y cerrarlas a una velocidad pasmosa.
Por poner un ejemplo, y solamente hablando de la urbanización donde vivo y la manzana de al lado, hace menos de un año se abrieron 3 restaurantes italianos (ninguno era franquicia) en los que básicamente se servia pizza. Dos estaban justo enfrente uno del otro, el tercero estaba en la otra esquina a unos pocos metros más allá y se abrieron los tres en un plazo de unas 2 semanas.
Lo mejor de todo, es que en esos locales ya habían abierto y cerrado anteriormente otras tantas pizzerías.
La pregunta que nos hacíamos todos los vecinos es: ¿Por qué razón pones otra pizzería si has visto como han cerrado los otros negocios anteriores? ¿Qué es lo que vas a hacer tú que ellos no hicieron? Y claro, hay que tener en cuenta que, ha pocos metros de distancia podemos encontrar una franquicia de pizzería muy conocida que está más visible. También contamos con una pizzería tradicional que lleva abierta muchos años y que hace pizzas artesanas como nadie, otra más barata y moderna sobre todo para jóvenes, y varios restaurantes italianos en los cuales también ponen pizzas.
Estaba claro, el cupo de pizzerías en nuestra ciudad estaba copado, no había sitio para más de lo mismo, mal situados y de mala calidad.
Se anunciaba la tragedia, y todos podíamos ver cada vez que pasábamos por enfrente que el local estaba más vacío que un pub un lunes. Camareros charlando entre sí, los cocineros mirando por la ventana… era algo que ve veía venir. Y así fue, creo que ni dos meses tardaron en cerrar dos de esas pizzerías, la tercera aguanto un poco más, pero al cabo de unos meses acabo cerrando también.
¿Cuál es la moraleja de todo esto? Pues que hay que se un poco más avispado para poner un negocio, que no puedes plantar cualquier cosa y esperar a que entren los clientes por la puerta.
Es cierto que las condiciones para los nuevos autónomos no son fáciles (aunque han mejorado bastante), por eso no se puede uno lanzar a la piscina y poner lo primero que se le ocurra en un local que está vacío.
Ciertos comercios no es que no duren más allá de dos años, es que no deberían de haber abierto siquiera. Si lo ve la gente corriente, los vecinos que pasan por allí ¿Por qué no lo ven los propietarios?
Errores de planificación, no tener un proyecto concreto ni tener idea de cómo funciona un negocio pueden ser las causas del fracaso de un pequeño comercio.
Si no has tenido nunca una idea ni experiencia en esto de montar un negocio, lo mejor es probar con una franquicia ya que la organización esta muy supervisada y no hay que dejar nada a la improvisación.
Y eso que no estoy de acuerdo del todo con la cantidad de franquicias que se nos acumulan en la ciudad, pero veo que por lo menos tienen más organización y planificación.
Lo primero que hay que hacer es asesorarse por profesionales, para poder crear un plan de negocio que nos guíe y nos indique cual es la mejor idea para emprender, cual es la ubicación ideal y que productos podemos poner a disposición del consumidor.
Un buen marketing es esencial para dar a conocer nuestro negocio, y debemos aprovecharlo por completo, tanto el marketing tradicional de repartir flayers, como el nuevo marketing online con el uso de las redes sociales como gancho.
Mi más sincero deseo es que todos aquellos nuevos negocios que inician su camino, no sólo lleguen a los dos años, sino muchísimos más.